En el mundo de los eventos, la diferenciación y la innovación son dos conceptos que van de la mano y de los cuales no podemos prescindir. Cada vez más, los organizadores buscan crear experiencias únicas y memorables para sus asistentes, que les aporten valor y les hagan sentir parte de algo especial. Pero ¿cómo lograrlo en un mercado tan competitivo?

La respuesta está en la creatividad, en la capacidad de inventar o crear algo nuevo o diferente, que sorprenda y genere un impacto positivo en los asistentes. No vale un evento cualquiera, un evento más, debemos trabajar en hacer eventos que generen expectación y recuerdo. La creatividad la podemos aplicar a todos los aspectos de un evento, desde el diseño, el formato, el contenido, la tecnología, la comunicación, el espacio, etc. La apuesta está en cómo lo hacemos y en tener claro el objetivo del evento, el público al que va dirigido y el mensaje que se quiere transmitir.

Atrás quedaron los eventos planos y aburridos, la tendencia es ofrecer contenido interactivo y formatos dinámicos a los asistentes. La manera en la que presentamos la información cuenta y, por eso, la idea es hacerla lo más atractiva posible. Para ello, se están adoptando estrategias que fomentan la participación y el compromiso por parte del público.

El proceso de implementar esas ideas creativas y convertirlas en realidad es lo que conocemos como innovación. Y, en este sentido, la tecnología juega un papel fundamental, al ser una de las principales herramientas a la hora de generar nuevas ideas y contenidos a los eventos. La realidad virtual (VR), la realidad aumentada (AR), la biometría, el blockchain y los bots están presentes en los eventos más singulares. Por medio de estas herramientas, no solo conseguiremos mantener la atención de la audiencia, sino que estaremos diversificando la experiencia y haciendo que sea mucho más memorable.

La diferenciación y la innovación son, por tanto, piezas clave de cualquier evento, ya que aportan valor añadido, generan engagement, fidelizan, potencian la imagen y la reputación, y contribuyen al éxito. Sin olvidar que todo aquello que pongamos en práctica no puede perder el foco a la hora de transmitir lo que la marca es, su esencia. Porque de lo contrario ese evento podría ser de cualquiera y no quedaría registrado en la mente del asistente.

Milagros Ebarlin

Consultora