Comentario

El Impacto del Reglamento (UE) 2025/40 sobre Envases y Residuos de Envases: retos y oportunidades para las empresas

Imagina un futuro donde todos los envases que ves en el supermercado sean reciclables o reutilizables. Esa es la meta estrella del nuevo Reglamento (UE) 2025/40 sobre Envases y Residuos de Envases, conocido como PPWR (Packaging and Packaging Waste Regulation).

A diferencia de su predecesora, es de aplicación directa en todos los Estados de la UE, eliminando las diferencias legislativas que fragmentaban el mercado europeo. Su enfoque abarca todo el ciclo de vida de los envases, desde el diseño hasta la gestión de residuos, y afecta a cualquier empresa que fabrique, importe o comercialice productos envasados en la UE, independientemente del material utilizado.

Uno de los pilares fundamentales es garantizar que, para 2030, todos los envases sean reciclables de forma económicamente viable o reutilizables. Esto implica un cambio radical en el diseño de los productos, conocido como ecodiseño, que obliga a las empresas a minimizar el uso de materiales, reducir el peso de los envases y eliminar sustancias perjudiciales como PFAS o bisfenol A.

Además, se fomenta el uso de contenido reciclado, con metas progresivas que alcanzan su punto álgido en 2040. ¿Qué está en juego? Vamos a desgranarlo.

5 cambios principales que las empresas deben asumir

El pasado 22 de enero de 2025, se aprobó esta nueva normativa europea, que entró en vigor el 11 de febrero, y que obligará a las empresas a repensar cómo se diseñan, producen y gestionan los envases en Europa. Los 5 cambios clave que deberán tener en cuenta las empresas son los siguientes.

  1. Ecodiseño y reciclabilidad: Las empresas deberán rediseñar sus envases para para garantizar que no solo sean reciclables, sino que efectivamente se reciclen. Los envases se clasificarán en categorías (A, B o C) según su nivel de reciclabilidad. Para el año 2038, solo se permitirá el grado A, garantizando un reciclaje de alta calidad. Asimismo, el reglamento fija porcentajes mínimos de material reciclado en envases de plástico, como el 30% en botellas de un solo uso (PET) y el 35% en otros envases plásticos. Además, desde 2029, se establecerán objetivos obligatorios de recogida separada para materiales como plástico, madera, metales ferrosos, aluminio, vidrio, papel y cartón.

 

  1. Reutilización y sistemas de depósito: El reglamento impulsa la reutilización como estrategia clave para reducir los residuos. Se establece alcanzar un 10% de envases reutilizables para bebidas en 2030, con una meta voluntaria del 40% en 2040. Y a partir de 2027, los distribuidores de alimentos y bebidas para llevar deberán ofrecer la posibilidad de rellenar envases reutilizables, para fomentar la reducción de envases de un solo uso. Y también establecen los sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) como claves para cumplir estos objetivos.

 

  1. Etiquetado armonizado: A partir del 12 de agosto de 2028, todos los envases deberán llevar etiquetas estandarizadas que indiquen su composición y el flujo de residuos al que pertenecen (plástico, vidrio, papel, etc.). Estas etiquetas, acompañadas de pictogramas claros, facilitarán la separación en origen y el reciclaje, pero requerirán que las empresas actualicen sus diseños y procesos de etiquetado. Además, se permitirá el uso de etiquetas digitales o códigos QR que proporcionen información adicional sobre la composición y reciclabilidad del envase.

 

  1. Responsabilidad ampliada del productor (RAP): A partir de 2025, los productores deberán registrarse en los Estados miembros donde comercialicen sus envases y las empresas asumirán mayores costes asociados a la gestión de residuos, incluyendo la recogida, clasificación y reciclaje. Esto se extiende a envases comerciales e industriales, un cambio significativo respecto al Real Decreto 1055/2022 español, que se centraba en envases domésticos.
  2. Reducción de plásticos de un solo uso: El reglamento prohíbe ciertos envases plásticos de un solo uso y establece objetivos de reducción de residuos del 5% para 2030, 10% para 2035 y 15% para 2040. Las empresas deberán explorar alternativas como materiales compostables o biodegradables, siempre que cumplan con normas estrictas.

Retos para las empresas: innovación y costes

Adaptarse al Reglamento 2025/40 no será tarea sencilla, ya que supone una transformación radical en la forma en que las empresas diseñan, producen y gestionan sus envases. El principal reto es el económico: rediseñar envases, implementar sistemas de reutilización y cumplir con las nuevas exigencias de reciclaje implica costes operativos que podrían repercutir en los precios finales. Las pequeñas y medianas empresas, en particular, podrían enfrentarse a dificultades para absorber estas inversiones sin un apoyo adecuado.

Además, la transición requiere una colaboración intensa entre los agentes de la cadena de valor: fabricantes, distribuidores, gestores de residuos y administraciones públicas. La falta de infraestructuras homogéneas para la recogida y reciclaje podría ralentizar el cumplimiento de los objetivos. Por otro lado, las empresas deberán formar a sus equipos y sensibilizar a los consumidores, quienes jugarán un papel crucial en la correcta separación de residuos.

 

Fechas clave que no puedes ignorar

  • 11 de febrero de 2025: Entrada en vigor del Reglamento 2025/40.
  • 12 de agosto de 2026: Fecha límite para que los envases fabricados antes del reglamento cumplan con las nuevas obligaciones.
  • 12 de agosto de 2028: Implementación obligatoria de etiquetas armonizadas en envases y contenedores de residuos.
  • 1 de enero de 2030: Todos los envases deben ser reciclables o reutilizables, con estándares de reciclabilidad más estrictos a partir de 2038.
  • 2030-2040: Objetivos progresivos de reducción de residuos y aumento de contenido reciclado.

Conclusión: un futuro más circular

En un mundo donde la sostenibilidad ya no es opcional, el mensaje es claro: innovar es la clave para destacar. Las empresas que abracen este cambio estarán no solo cumpliendo con Europa, sino construyendo un futuro más verde para todos, en un mercado donde la responsabilidad medioambiental será clave para el éxito a largo plazo.